Los primeros auxilios psicológicos (PSP) son un conjunto de técnicas y estrategias útiles para afrontar un problema psicológico en personas que están pasando por una situación emocional crítica.
Recibir ayuda durante las primeras horas que siguen al hecho traumático es fundamental para reducir la aparición de trastornos por estrés postraumático.
| Competencia | Objetivo |
| Capacidad de actuar con calma en una situación de tensión | Aliviar el sufrimiento físico y emocional. |
| Capacidad de escucha activa | Ofrecer protección, seguridad, esperanza y orientación. |
| Empatía | Reducir los riesgos potenciales. |
| Aceptación de los demás sin prejuicios | Facilitar la recuperación integral. |
| Capacidad de acompañar y "contener" | Prevención de secuelas psíquicas y de estrés postraumático. |
| Capacidad autocrítica | Promover la adaptación a la realidad, la normalización y la resiliencia. |
Después de haber valorado la situación, debemos establecer las prioridades que nos ayudarán a centrarnos más en el apoyo psicológico teniendo en cuenta los objetivos señalados en la tabla anterior.
- En primer lugar, debemos detectar las necesidades psicológicas del accidentado y de los familiares, testigos o acompañantes.
- Después, tenemos que identificar los factores que predisponen a la ansiedad en este tipo de situaciones, como puede ser la falta de información sobre lo que ha acontecido.
- Para ello, debemos recurrir a estrategias de comunicación y habilidades sociales que funcionan como soporte emocional: acompañar, apoyar e infundir confianza y optimismo durante nuestra intervención a través del contacto físico, evitar que la persona afectada se quede sola, actuar con calma y tranquilidad, escuchar, etc.
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