domingo, 16 de noviembre de 2014

Ahogamientos en el agua.

Desgraciadamente, cada verano se producen nuevos casos de muertes por ahogamiento en nuestras playas, ríos y piscinas. 
Antes de saber cómo actuar en caso de estar presentes en un ahogamiento, es necesario saber qué ocurre en el cuerpo de la víctima durante ese momento. 





Ahogamiento por asfixia o por inmersión.

Se produce porque un medio líquido obstruye el paso del aire al interior de las vías aéreas. Hay dos clases de ahogamientos:

-Ahogamiento seco: se produce un espasmo de la glotis por laringoepasmo, por lo que el agua no llega al interior del árbol bronquial. También recibe el nombre de ahogamiento blanco, debido a la palidez que presenta la víctima.

-Ahogamiento húmedo: hay aspiración de líquido a los pulmones tras la fase inicial de laringoespasmo, por estímulos de la hipoxia (disminución del suministro adecuado de oxígeno) y la hipercapnia (aumento de la presión parcial del dióxido de carbono). También recibe el nombre de ahogamiento azul y representa el auténtico cuadro de asfixia por inmersión.

Dependiendo de donde ha tenido lugar dicho ahogamiento, encontramos ciertas diferencias:

-Agua de mar: es hipertónica, lo que provoca que haya paso de líquido hacia los bronquios y los alvéolos, dificultando el intercambio gaseoso y alcanzando la muerte por asfixia, hipoxia, acidosis y edema pulmonar.

-Agua dulce: es hipotónica, pasa rápidamente desde el alvéolo al torrente circulatorio, produciendo hipervolemia (aumento anormal del volumen de plasma en el organismo) y hemólisis (desintegración de los glóbulos rojos), lo que ocasiona la muerte por fabricación ventricular, hipoxia y edema pulmonar.

-Ahogamiento en piscinas: es igual al caso de ahogamiento en agua dulce, con el agravante del cloro, que produce acción tóxica en la pared de los alvéolos.

-Ahogamiento en aguas contaminadas: presenta problemas añadidos, que son la contaminación bacteriana y la química.

En cualquier caso, lo que pasa a continuación de la inmersión, es la hipoxemia arterial, que consiste en la disminución anormal de la presión parcial de oxígeno  en sangre arterial.

Inicialmente, la víctima es presa del pánico e inhibe su respiración mientras lucha y se agita violentamente. La agitación va desapareciendo poco a poco, mientras pequeñas cantidades de aire salen de los pulmones, y de la misma forma grandes cantidades de líquido son tragadas y aspiradas. Además, se suelen producir vómitos, que pueden estar relacionados con la ingesta de gran cantidad de líquido. Finalmente, desaparecen todos los reflejos de la vía aérea y el agua penetra pasivamente en la tráquea, sucumbiéndose y produciéndose así la parada cardíaca.
En el caso de un ahogamiento seco, el laringoespasmo no permite la entrada de líquido, y la muerte se produce por ausencia de ventilación e hipoxia.

En todos los casos se produce un cierto grado de hipotermia, que es la forma que tiene el organismo de proteger al cerebro de la hipoxia.

Por último, cabe mencionar que en algunos casos el traumatismo es el acontecimiento principal que precipita la inmersión. Y a menudo coexisten lesiones cervicales y torácicas que no son advertidas y conducen a consecuencias fatales.




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