sábado, 8 de noviembre de 2014

Cómo extraer una astilla que nos hemos clavado.



Las astillas son pequeños pedacitos de madera que se pueden incrustar debajo de la piel o debajo de una uña. 
Las siguientes recomendaciones que os vamos a dar para una extracción segura de ellas no solo sirven para este tipo de material, sino también para trozos de plástico, vidrio, metal o incluso espinas de pescado, que cuando se clavan suelen infectarse muy fácilmente y en poco tiempo.
Por esto es muy importante sacar la astilla en cuanto nos demos cuenta de que la tenemos, es decir, lo antes posible para que sea más sencillo sacarla y para prevenir posibles infecciones de la herida ocasionada.

Si no estamos seguros de que tenemos algo clavado debemos buscar, en la zona en la que sospechamos que puede estar, los siguientes síntomas:
  • Si observamos un pequeño punto o línea bajo la piel.
  • Si sentimos la presencia de un cuerpo ajeno a nuestro organismo.
  • Si el área que está bajo sospecha nos duele o sentimos molestias en ella.
  • Si existe enrojecimiento, calor, pus o inflamación. Ésto ya indicaría que se ha producido o empieza a haber inflamación.
PROCEDIMIENTO:

En primer lugar pondremos en marcha las medidas de higiene que llevamos a cabo normalmente. Realizar, quien vaya a efectuar la extracción, la higiene habitual de las manos y después, cuidadosamente, limpiar también la zona donde se encuentra la astilla con agua templada y jabón. 
Para actuar en las mayores condiciones de asepsia posibles esterilizaremos además unas pinzas y una aguja sumergiendo sus puntas en agua hirviendo y secándolas a continuación con un poco de algodón limpio o una gasa impregnada en alcohol.
Se procederá de distintas manera dependiendo de: 
    • Si podemos ver que la punta de la astilla sobresale de la piel para permitirnos agarrarla firmemente con las pinzas. En este caso cogerla por la punta y tirar suave y lentamente en la dirección en la que está clavada para que no se rompa.
    • Si la astilla está muy profunda y no podemos ver sobresalir la punta, En primer lugar rasparemos la piel con la aguja para poder acceder a ella utilizando las pinzas como en el caso anterior.
Una vez sacado el trozo de material lavaremos nuevamente el área de donde lo hemos sacado y procederemos a hacer una cura como si fuera una herida normal.

Normalmente este tipo de cuidados podremos realizarlos en casa sin problema alguno y no tenemos por qué acudir a un centro médico, a no ser que:
  • Llevemos mucho tiempo con una astilla a tal profundidad que no seamos capaces de quitar.
  • La astilla esté situada en un lugar que no alcanzamos por nosotros mismos y no tenemos a nadie que nos pueda ayudar.
  • La herida sangre mucho o esté muy infectada.
  • No tengamos puestas las vacunas que nos corresponden.










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