lunes, 3 de noviembre de 2014

Lesiones producidas por acción del frío.

Cuando las variaciones ambientales modifican la temperatura de la piel o de la sangre, los receptores cutáneos y sanguíneos informan de este cambio al centro termorregulador, que procede a poner en marcha los mecanismos necesarios para la conservación y la producción de calor. 

El mecanismo más importante que evita la pérdida de calor del cuerpo es el de la vasoconstricción cutánea. Consiste en que los vasos sanguíneos de la superficie corporal se cierran, haciendo que la piel se vuelva blanca y fría, y la sangre se desplaza hacia los órganos vitales.
Esta falta de irrigación provoca una disminución del aporte de oxígeno en la zona del organismo afectada (anoxia) que facilita la producción de una serie de sustancias como la histamina, que actúa dilatando los vasos sanguíneos de nuevo.

Las lesiones que puede producir el frío sobre el organismo pueden ser locales (congelaciones) y generales (hipotermia).




Congelaciones locales.



También se conocen como "quemaduras por acción del frío" y afectan a las partes distales del cuerpo, como las manos, los pies, las orejas o la nariz.



La gravedad de estas lesiones depende de la acción de las bajas temperaturas sobre el organismo y de otros factores que predisponen a ella, como el grado de humedad, la existencia de viento, la compresión de la ropa, el tiempo de exposición, la edad, el estado de nutrición, la constitución física, la resistencia o sensibilidad individual, la falta de ejercicio, la inmovilidad, el padecimiento de patologías previas, el consumo de drogas y alcohol, etc.



Dependiendo de la profundidad y del tipo de lesiones que producen, las congelaciones pueden clasificarse en tres grados.





Grado  Profundidad Signos y síntomas
Primer grado Superficial (epidermis) Inicialmente producen palidez y frialdad de la piel, después, entumecimiento, hormigueo y disminución de la sensibilidad. Si persiste el frío, la piel se enrojece y hay sensación de pinchazo al recuperarse la irrigación. Son indoloras.
Segundo grado Media (dermis) La zona presenta un color rojizo o morado. Producen torpeza de movimientos, hinchazón, edema, aparición de vesículas y ampollas. Son muy dolorosas.
Tercer grado Profunda (tres capas de la piel) Presentan una coloración negruzca, con aparición de escaras debido a la destrucción de los tejidos, es decir, necrosis. Son indoloras, debido a la necrosis de las terminaciones nerviosas.



El protocolo de actuación antes las congelaciones locales es el siguiente:


  • Rescatar al accidentado lo más pronto posible.
  • Llevarlo a un lugar más caliente.
  • Retirar con cuidado los objetos que pueden comprimirle.
  • Quitarle la ropa húmeda.
  • Darle de beber líquidos azucarados y calientes.
  • Si la lesión es de primer grado, envolver la zona con un vendaje y algodón para proporcionarle calor.
  • Calentar progresivamente la zona afectada, bañándola con agua tibia.
  • Secar y envolver la zona congelada.
  • Mantener el miembro afectado elevado para reducir el edema.
  • Evacuar al accidentado a un centro sanitario, tumbado y tapado con mantas.

Hipotermia

Es el resultado de la exposición de la totalidad del organismo a temperaturas frías, cuando no es capaz de contrarrestar las pérdidas de calor, dando lugar a un descenso de la temperatura corporal por debajo de los 35ºC, pudiendo llegar a ser incompatible con la vida.

La gravedad de las lesiones depende de del frío y de los factores específicos en las congelaciones locales.
La hipotermia puede ser leve, moderada o grave.

Leve
  • Descenso de la temperatura hasta los 35-32ºC.
  • Escalofríos intensos y habla incoherente.
  • Palidez y vasoconstricción cutánea.
  • Abdomen y espalda fríos.
  • La víctima está consciente.
  • Presenta un tiempo de relleno capilar leve.
Moderada
  • Descenso de la temperatura hasta los 32-28ºC.
  • No hay tiritona.
  • La piel aparece helada al tacto y azulada.
  • La víctima apenas responde a estímulos dolorosos.
  • Estado de confusión, irritabilidad y estupor.
  • Los músculos pueden estar rígidos y con calambres.
  • Pueden aparecer convulsiones.
  • Disminución de la frecuencia cardíaca y respiratoria.
Grave
  • Descenso de la temperatura por debajo de los 28ºC.
  • Pupilas dilatadas.
  • Hay alteraciones de la consciencia e incluso coma.
  • Rigidez generalizada.
  • Hay convulsiones y pérdida de movimientos espontáneos.
  • Dificultad respiratoria con riesgo vital.
El protocolo de actuación en casos de hipotermia es el siguiente:
  • Retirar a la víctima del foco de frío y llevarla a un sitio cálido.
  • Llamar a los servicios de emergencias.
  • Tener cuidados con los movimientos bruscos, ya que pueden provocar arritmias y convulsiones.
  • Hacer una valoración inicial de la víctima.
  • Iniciar maniobras de RCP si presenta parada cardiorrespiratoria.
  • Si no es necesaria una actuación de emergencia, aflojarle la ropa, y si está mojada, quitársela y cambiársela por ropa seca.
  • Calentar a la víctima de forma progresiva y abrigarla bien.
  • Vigilar los signos vitales durante el calentamiento.
  • Si está consciente, darle de beber líquidos calientes, pero nunca alcohol.
  • Si hay riesgo vital, evacuar a la víctima inmediatamente a un centro sanitario.

¡Cuidado con el frío!


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