domingo, 2 de noviembre de 2014

En las noches locas... evita malos resultados.

Tal vez sea debido a la sociedad en la que vivimos, a la cultura entorno a la cual nos hemos criado o a la comunidad que nos rodea, que vemos al alcohol como una bebida más y no como la droga que deberíamos considerar que es, porque queramos o no, es así.
De este modo, su legalización en el país y el fácil acceso a ella hacen que la gente abuse de su consumo. Pero aunque nos neguemos a admitirlo, las noches de fiesta descontrolada pasan factura y más todavía si el exceso de alcohol ingerido ha dado lugar a problemas más graves que la típica resaca del día siguiente, como una intoxicación etílica, el conocido (por unos más que por otros)...

COMA ETÍLICO

La INTOXICACIÓN ETÍLICA AGUDA consiste en un síndrome clínico que se produce por una consumición excesiva y brusca de bebidas alcoholicas, superando la propia tolerancia de cada uno. 
Las consecuencias que produce el consumo de alcohol en exceso son:
  • Pérdida de conocimiento
  • Dificultad respiratoria
  • Gastritis
  • Hemorragia digestiva
  • Altera la función del hígado
  • Hepatitis aguda que puede llevar a la muerte
  • Compromiso cardiovascular



Es triste pero es así, los fines de semana los servicios de urgencias se ven repletos de casos como este ante los que deben realizar las actuaciones pertinentes.Antes de llegar a este punto, para evitar las peores consecuencias, la gente de a pié debe tener unos conocimientos básicos sobre cómo actuar en estas ocasiones, pues lo más probable es que lo veamos más de una vez en nuestra vida y tenemos que poder ayudar de la mejor manera posible.
De este modo, debemos identificar los signos que nos indican que puede haber problemas con esa persona que sabemos que no ha controlado demasiado lo que bebía ni su cantidad.

Es importante determinar si, llegado el caso de que el sujeto se encuentre en el suelo, éste está o no consciente. Una buena forma de saberlo sería un buen pellizco en zonas sensibles del cuerpo como los pechos o cierta presión en la parte posterior de la oreja para ver si esta persona responde correctamente.

En caso de que no responda bien a los estímulos que le provocamos y quiera permanecer tumbado o tenga la necesidad de dormir en ese momento y en ese mismo lugar, ¡jamás debemos permitírselo! Esto se debe a que el alcohol altera el centro regulador de nuestro cuerpo, de modo que no se ponen en marcha los sistemas de alerta frente al frío o el calor extremo y esto, por lo tanto, podría llevar a que la víctima sufriera una hipotermia durante la noche a la intemperie, dando lugar a su fallecimiento. Por este mismo motivo debemos abrigar al sujeto para mantener su temperatura corporal. 

Es importante también llamar al 112 en cuanto notifiquemos una situación grave de intoxicación etílica, pues es mejor que sea tratada por profesionales, quienes además pueden diagnosticar otros síntomas ocultos que compliquen la situación del afectado.

La víctima nunca debe dejarse sola y si es posible debemos controlar sus constantes vitales
Atendiendo a las dificultades respiratorias que puede presentar, es recomendable aflojarle la ropa para facilitarle esta función, así como (en caso de que esté inconsciente) colocarla en decúbito supino con los brazos a lo largo del cuerpo y realizar la maniobra frente-mentón para mantener la vía aérea abierta.



Si está consciente lo colocaremos en posición lateral de seguridad para que, en caso de que se produzca vómito, no se ahogue con él, sino que lo expulse sin mayor problema. Sin embargo, NO debemos inducir el vómito, ya que corremos el riesgo de que dé lugar a broncoaspiración.







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