sábado, 15 de noviembre de 2014

¡No te metas en el agua, que se te va a cortar la digestión!

La expresión "corte de digestión" se utiliza para referirse a la parada súbita del proceso de digestión. Se suele pensar que solo ocurre al meterse en el agua justo después de comer, pero no es así, se puede producir por varias causas.




Durante la digestión, el flujo sanguíneo está más concentrado en el sistema digestivo.  Si durante este proceso el cuerpo entra en contacto con bajas temperaturas, de forma brusca, la sangre se repartirá por todo el cuerpo para contrarrestar esta pérdida de calor.  Esto originará mareos y vómitos. Por eso, cuando nos metemos en el agua después de comer puede producirse ese "corte de digestión"

Pero como ya he dicho anteriormente, no sólo ocurre por esa causa, también puede originarse al hacer ejercicio intenso tras la comida, al sudar de forma abundante o al tomar el sol  con temperaturas demasiado altas,  aunque estas dos últimas causas sean menos frecuentes.

En cuanto a los síntomas del corte de digestión, encontramos:

  • Dolor de estómago
  • Mareos y náuseas
  • Piel pálida
  • Descenso de la tensión arterial
  • Escalofríos
  • Pulso débil
  • Perdida de la consciencia
  • Si se trata de un caso muy grave, podría ocasionar una parada cardiorrespiratoria. Sin embargo, es muy raro que se produzca.
Si alguien presenta cualquiera de los síntomas anteriores, debemos seguir estos pasos:
  1. Ante la presencia de los síntomas, abandonar el baño o ejercicio.
  2. Tumbar a la víctima con las piernas elevadas para prevenir una lipotimia
  3. Tapar a la víctima para mantener su calor corporal.
  4. Si aparecen vómitos o diarrea, debemos hidratar a la víctima.
  5. Lo más importante, es el reposo.
Cuando no es una situación grave, el afectado se recuperará en unas dos horas, aproximadamente. Pero si es el caso de parada cardiorrespiratoria, es necesario poner en marcha las maniobras de reanimación y avisar, como siempre, a los servicios de emergencia.

Prevención del corte de digestión

Para prevenir situaciones como estas debemos seguir una serie de indicaciones:

  • No se deben hacer comidas abundantes antes de un baño.
  • Al sumergirse en el agua, no hacerlo bruscamente y menos si se está sudando, se ha tomado el sol antes, o se ha realizado ejercicio físico intenso.
  • No nadar intensamente después de la comida.








Ya sabéis, hay que hacer caso a los mayores y esperar un par de horas antes de darse un chapuzón.

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