martes, 21 de octubre de 2014

Soporte Vital Avanzado (SVA)


El Soporte vital avanzado (SVA) consiste en el tratamiento definitivo de la RCP.

El SVA debe estar apoyado por un rápido reconocimiento de la PCR, la activación temprana de los Sistemas de respuesta de Emergencias Médicas, un adecuado Soporte vital básico (SVB), una rápida desfibrilación y los cuidados post-resucitación.

Todos estos factores unidos influyen de una forma determinante en la supervivencia.







Para trealizar el SVA debemos seguir un protocolo:

-En primer lugar procederemos a la valoración.
En la cual comprobaremos el diagnóstico, las circunstancias en las que se produjo el accidente, la asistencia proporcionada al paciente y el tiempo transcurrido.

La secuencia que hay que seguir sería:


  • Colocar al paciente en posición decúbito supino sobre una superficie dura
  • Retirar las prótesis dentales y los cuerpos extraños de la boca 
  • Aspiración de secreciones con sonda


Si el paciente no responde y no respira normalmente se realiza la RCP hasta que el DEA (desfibrilador automático) esté conectado, siempre que esté indicado en esa persona.

Dependiendo del ritmo observado se seguirán distintas actuaciones,como ya indicamos en la entrada anterior (fibrilación ventricular,asistolia, o disociación electromagnética).

-Posteriormente procederemos a la ventilación.

La frecuencia de ventilaciones tras el uso de un dispositivo avanzado de vía aérea: 1 ventilación cada 6 u 8 segundos (de 6 a 8 ventilaciones por minuto) sin pausas en las compresiones. Se recomienda evitar la hiperventilación debido a la influencia que causa en el retorno venoso y en el gasto cardíaco.

Tan pronto como la saturación arterial de Oxígeno pueda ser medida por analítica arterial o pulsioximetría se debe adecuar la fracción de oxígeno inspirado para conseguir saturaciones de entre 94 y 98%.

En el momento actual no existe evidencia suficiente para recomendar suprimir las ventilaciones en la RCP para profesionales de la salud, aunque algunos estudios aseguran que la ventilación pasiva con apertura de la vía aérea y administración de oxígeno con mascarilla que se consigue administrando compresiones de forma no interrumpida durante los primeros seis minutos de RCP extrahospitalarias podría aumentar la supervivencia.


 El tubo laríngeo o el tubo traqueo-esofágico y la mascarilla laríngea son alternativas aceptables a la ventilación con bolsa mascarilla o a la intubación orotraqueal.
Se recomienda interrumpir el tiempo mínimo las compresiones torácicas para aislar la vía aérea (no más de 10 segundos).

Se destaca que el manejo de la vía aérea avanzada no debería retrasar la RCP ni la desfibrilación.



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