martes, 21 de octubre de 2014

¿Cómo realizar la RCP en adultos?

Las situaciones de emergencia en las que es necesario realizar la reanimación cardiorrespiratoria son cualquiera en las que la persona afectada esté inconsciente y hayamos comprobado que no respira. Por ejemplo, sería necesaria en un atragantamiento con pérdida de consciencia, un accidente, un ahogamiento...

Para llevar a cabo de forma efectiva la RCP, hay unos pasos que debemos seguir en un orden determinado. Si se realizan correctamente, las probabilidades de supervivencia de la víctima subirán de manera significativa.



  • Verificar el estado de la víctima.
  • Pedir ayuda.
  • Liberar la vía aérea mediante la maniobra frente-mentón
  • Buscar respiración a través de ver, oír y sentir dicha respiración.
  • Llamar a emergencias.
  • Realizar compresiones torácicas.
  • Ventilación boca a boca.

Para realizar las compresiones torácicas se debe colocar la mano dominante abierta y la otra encima, con los dedos entrelazados, en el centro del tórax de la víctima, aproximadamente entre los dos pezones. El reanimador, con los codos completamente extendidos, ha de dejar caer todo su peso sobre las manos en un movimiento rápido e intenso. Deben realizarse 100 compresiones por minuto, hundiendo el pecho de la víctima unos 5 cm aproximadamente. Un truco para saber cuál es la velocidad a la que se deben realizar las compresiones consiste en seguir el ritmo de la canción "La macarena". 
Una vez terminada una compresión hay que dejar que el tórax se expanda completamente antes de volver a realizar la siguiente. 
Por último, es importante no parar la reanimación, a no ser que la víctima se recupere, lleguen los servicios sanitarios o el reanimador presente signos de fatiga y le sea imposible continuar. Por ello, es esencial que la RCP se realice entre más de una persona, para que puedan turnarse.

Después de las 30 compresiones torácicas, se dan dos ventilaciones artificiales (proporción 30:2).


Las ventilaciones se realizan con la maniobra frente-mentón para abrir la vía aérea, tapando la nariz y asegurando que los labios del reanimador tapen o sellen por completo la boca de la víctima, para que el aire que se insufla no escape. El reanimador hace una inspiración normal y coloca su boca sobre la víctima, expulsando el aire para que llegue a los pulmones del accidentado. A la vez que se realiza la ventilación, se ha de observar si el pecho de la víctima se eleva: si el pecho se hincha, las insuflaciones son efectivas. 


Si la víctima ha vomitado o tiene heridas o sangre en la boca, se realizarán solo las compresiones, aunque la técnica aumenta su efectividad cuando se combinan ambas maniobras. 


A continuación compartimos un vídeo muy didáctico (y gracioso) sobre cómo realizar la RCP al ritmo de "la macarena". Esperamos que os sirva de ayuda para conocer mejor los primeros auxilios. Y, sobre todo, recordad que cada minuto que pasa sin realizar la RCP disminuye en un 10% las posibilidades de supervivencia. 

¡Está en tus manos!








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