- Sudor.
- Frente caliente.
- Ojos en blanco, fijos.
- Contracción muscular que puede durar unos segundos.
- Rigidez en las extremidades.
- El niño puede vomitar.
Actuación
- Desvestir al niño para ayudar a bajar su temperatura, pero con cuidado para que no se enfríe.
- Cuando cesen las convulsiones (al bajar la temperatura del niño), se colocará en posición de recuperación. Se tapará con una manta y si la temperatura vuelve a subir, se repiten los pasos anteriores.
- Si el niño está inconsciente, se le abrirán las vías respiratorias y se controlará su respiración. Llamaremos a la ambulancia.
- Si respira, se colocará en posición de recuperación.
- Si no respira, se le hará el boca a boca y los masajes cardíacos.
Una convulsión febril simple, se detiene por sí sola en unos 10 minutos. Si dura más de 15 minutos o se repite durante la misma enfermedad, no es una convulsión febril normal.
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