En algunos casos es necesario inmovilizar a la víctima mediante alguno de estos recursos de inmovilización:
- Inmovilización de la columna.
Se debe inmovilizar siempre que se sospeche de lesiones en la misma, sobre todo en politraumatizados.
-Collarín cervical: es el método más eficaz para inmovilizar la columna cervical. Sin embargo, es importante saber que si la cabeza está girada y ofrece resistencia a la alineación con el resto de la columna, debemos dejarla en su posición.
-Férulas o tablas espinales: una férula es un utensilio rígido o flexible que se utiliza para inmovilizar partes del cuerpo. Las férulas espinales cortas nos permiten inmovilizar la columna en personas sentadas, y las largas se usan para inmovilización completa.
-Métodos no convencionales: utilizando periódicos imitando collarines, o puertas y estanterías a modo de tablas espinales.
- Inmovilización de las extremidades.
Se debe movilizar una extremidad si se sospecha o se confirma una contusión grave, un esguince de segundo o tercer grado, una fractura o una luxación. Debemos realizar la inmovilización sobre la postura en que se encuentre la extremidad, y en caso de contusiones o esguinces, debe hacerse en la posición natural de la articulación. Debemos proteger las heridas con vendajes y almohadillar las zonas en que hay prominencias óseas. Si hay o sospechamos fracturas, hay que inmovilizar la articulación inmediatamente por encima y por debajo de la fractura, teniendo en cuenta que siempre debemos dejar a la vista los dedos, para controlar la sensibilidad y el color. Por último, debemos controlar los pulsos y la sensibilidad. Para ello podremos utilizar férulas neumáticas, de vacío, de tracción, camilla de tijeras, colchón de vacío y vendajes.
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