Cómo actuar ante la fiebre.

Nuestro cuerpo se mantiene habitualmente a una temperatura que ronda los 36 o 37ºC y durante el día sigue una ciclo circadiano que llega a su máximo a las 18:00 y a las 22:00; así como a su mínimo a las 2:00 y 4:00 de la madrugada. A pesar de esto no varía mas de 1,5ºC en casos normales.

Cuando se está sufriendo un proceso febril este ciclo es constante también.

Consideramos que es febrícula una temperatura de entre los 37 y 38ºC y la fiebre cuando ésta supera los 38ºC. Estos cambios son llevados a cabo por el centro termorregulador de nuestro organismo, que maniene siempre la temperatura dentro de unos límites, independientemente de la temperatura ambiental. Podemos obtener variaciones en la temperatura dependiendo del lugar donde sea tomada, ya que varía según la zona donde coloquemos el termómetro.

Algunos factores que modifican las temperatura corporal normal son:

• Actividad física
• Emociones fuertes
• Comer
• Llevar ropas gruesas de abrigo
• Tomar ciertos medicamentos
• Una temperatura ambiental alta
• Elevada humedad
• En caso de las mujeres, la segunda parte del ciclo menstrual puede hacer qque la temperatura se eleve un grado más.

La fiebre es un mecanismo de defensa del cuerpo frente a las infecciones que pueden ser causadas por virus o bacterias, ya que estos microorganismos proliferan mejor a una temperatura de 37ºC. En caso de bebés o niños pequeños la fiebre alta puede ser provocada por enfermedades virales menores.

Cuando presentamos fiebre, aparecen habitualmente unos síntomas atribuídos a ella como pueden ser:

• Dolor de cabeza
• Dolores musculares
• Escalofríos
• Sudoración
• Oscurecimiento de la orina
• Fracuencia cardiorrespiratoria elevada

En caso de fiebre elevada lo que debemos hacer es:

1. Ingerir una cantidad de líquidos mayor de la habitual.
2. Mantener un ambiente adecuado en el cuarto en el que nos encontremos.
3. Aplicar compresas de agua tibia sobre axilas, frente, cuello e ingles.
4. Tomar baños de agua tibia.
5. Administrar medicamentos con acción antitérmica como el paracetamol, ácido acetilsalicilico, ibuprofeno, etc. siempre que no existe una contraindicación expresa o una alergia.
6. Estar atentos ante cualquier síntoma de gravedad:  rigidez de cuello, dolor abdominal, torácico o lumbar, dificultad respiratoria severa, cefalea que no remite con analgésicos, manchas en la piel, irritabilidad o alteraciones de la consciencia.
7. En caso de los síntomas de gravedad citados anteriormente ponerse en contacto con un médico.
8. Consultar al equipo sanitario si se tiene alguna duda con respecto a las medidas que tomar.

Al llevar a cabo las medidas expuestas hay que tener en cuenta que NO debemos:

• Abusar de los fármacos antitérmicos.
• Autoadministrarse antibioticos.
• Tomar baños de agua heladao fría.
• Ignorar síntomas acompañantes.